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Sistema linfático y linfedema

¿Qué es el Sistema Linfático?

Es una red formada por ganglios, conductos y vasos que producen y transportan la linfa desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo. A día de hoy sabemos que la circulación de ida es representada por la circulación arterial mientras que la circulación de retorno está formada por la circulación venosa y el transporte de la linfa.

El sistema linfático lucha contra la infección eliminando los gérmenes y destruyendo las células mutantes (función inmunitaria).

La linfa es un líquido formado por agua (90%), proteínas, grasas, células presentes en la sangre (los linfocitos) y demás elementos extraños que son captados y evacuados por este sistema (restos de células muertas, de bacterias y de células malignas). La linfa antes de volver a la circulación general es depurada en los ganglios linfáticos, los cuales son más abundantes en el cuello, las axilas y las ingles.

¿Qué es el Linfedema?

Es la acumulación de linfa en una extremidad por una sobrecarga del sistema linfático que no es capaz de drenarla toda. Se considera linfedema primario al que se origina por alteraciones congénitas del sistema linfático mientras que el linfedema secundario es aquel que conlleva un bloque del flujo linfático por una interrupción del sistema debida a diversos procesos (infecciones, tumores, tratamientos quirúrgicos o radioterapia).

Fisioterapia y linfedema

Respecto al cáncer de mama, el linfedema afecta a 1 de cada 4 mujeres. Es la secuela más importante. El 75% de las mujeres que reciben tratamiento por esta complicación lo desarrollaron en el primer año tras la cirugía (imagen). La disección de los ganglios axilares conlleva un riesgo de desarrollar linfedema del 10% mientras que la radioterapia en esta zona aumenta este riesgo hasta el 20-25%.

Tras la intervención, para prevenir la aparición del edema, el fisioterapeuta pauta una serie de ejercicios respiratorios y movimientos de la mano del brazo afectado. A su vez, es importante utilizar jabones neutros en el aseo, secar muy bien la piel e hidratarla después, no llevar ropa ajustada en el brazo afectado, evitar llegar peso y no dañarse la piel (las vacunas o extracciones de sangre deben hacerse en el otro brazo).

Los primeros síntomas que la paciente puede sentir son sensación de pesadez en el brazo, mayor volumen, endurecimiento de algunas zonas y linfangitis (enrojecimiento de la piel, dolor, edema y fiebre).

El tratamiento del linfedema desde el ámbito de la fisioterapia tiene como objetivo obtener la descongestión reabsorbiendo el infiltrado edematoso. Se divide en dos fases:

  1. FASE DE DESCOMPRESIÓN en la cual se realiza drenaje linfático manual para favorecer la reabsorción por vía linfática y por vía venosa a través del sistema linfático superficial sin que aumente la filtración. Seguidamente, un vendaje compresivo aumentará la absorción de linfa de los tejidos y disminuirá el flujo del sistema venoso para favorecer su retorno.
  2. FASE DE MANTENIMIENTO donde se realizan una serie de ejercicios ya que la contracción muscular garantiza un gran avance de la linfa utilizado una media de compresión adaptada a la medida del brazo (debe llevarse puesta el día).

De este modo, desde el campo de la Fisioterapia podemos dar solución a este problema y ayudar a su recuperación siguiendo las técnicas comentadas anteriormente, entre ellas el drenaje linfático que consiste en una serie de maniobras manuales suaves y protocolizadas que, según la anatomía y la fisiología del sistema linfático, tienen como objetivo desplazar la linfa que está estancada hacia zonas sanas del mismo sistema para que pueda ser evacuada con normalidad al torrente venoso.
Esperamos que esta breve lectura os haya servido de ayuda y, ante cualquier duda, no dudes en consultarnos.

Bibliografía

AUTOR

Téxum Fisioterapia

Fecha de publicación

25 octubre, 2013

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