¿Qué es la vejiga hiperactiva?
Habitualmente se conoce la labor del fisioterapeuta en problemas traumáticos como esguinces, dolores lumbares… Sin embargo hay otros ámbitos en los cuales la fisioterapia es importante, un ejemplo podría ser el de la incontinencia urinaria. Si hablamos de este tipo de problemas podemos decir que existen distintos tipos de Incontinencia Urinaria (IU). Los más frecuentes son la incontinencia de esfuerzo, la incontinencia mixta o la incontinencia por inestabilidad vesical.
Hoy nos proponemos aclarar en qué consiste este último tipo. La Inestabilidad vesical o vejiga hiperactiva. Bien,¿ qué es lo que ocurre cuando una persona padece esta hiperactividad vesical?
Básicamente lo que ocurre es que la capa muscular de la vejiga, el detrusor, se contrae inesperadamente. Hay que aclarar que esta contracción del detrusor debería ocurrir tan sólo durante el proceso de micción.
Esta contracción inesperada aumenta la presión de dentro de la vejiga. Así aunque el volumen de orina almacenado en la vejiga no sea elevado, la presión de la vejiga se ve incrementada bruscamente.
¿Qué significa que la presión vesical aumente? Esto implica que aunque el volumen de orina sea pequeño el estímulo de presión es interpretado por el sistema nervioso como si la vejiga estuviese completamente llena y por tanto el paciente siente una necesidad imperiosa de orinar, a este fenómeno le llamamos “Urgencia Miccional”.
Sin embargo aunque el paciente siente esa necesidad de ir al baño, cuando comienza la micción, esta termina rápidamente y realmente el volumen de orina expulsado es pequeño.
Desde este contexto, podemos intuir cuales son los síntomas que la persona con vejiga inestable puede padecer. Si pensamos que estas contracciones ocurren súbitamente y sin preaviso, en estos casos puede encontrarse:
- Aumento de la frecuencia miccional: Es decir ir más de 6-10 veces al día, esto depende de la ingesta de líquidos o de otros factores personales.
- Escaso volumen miccional: Si estas contracciones se producen súbitamente la vejiga no estará llena y por tanto se podrá orinar poco volumen
- Urgencia miccional: En condiciones normales, el deseo miccional va progresivamente en aumento y puede ser controlado voluntariamente hasta que el contexto nos permite ir al baño. En estos casos, el deseo aborda súbitamente al paciente y pasa de no tener ninguna necesidad de ir al baño a no poder aguantar la imperiosidad miccional. Pudiendo incluso llevar a que la vejiga se vacíe súbitamente porque los esfínteres y la musculatura del suelo pélvico no pueden compensar la presión provocada por la contracción del detrusor.
- Nicturia: El paciente debe levantarse varias veces por la noche para orinar. Si las contracciones bruscas se producen durante la noche, éstas interrumpirán el descanso nocturno obligando a levantarse.
¿Cómo ayuda la fisioterapia en estos casos?
Realmente el fisioterapeuta tiene un amplio campo de actuación en estos casos.
En primer lugar tenemos que conocer a qué se debe esta hiperactividad del detrusor. Los orígenes de este fenómenos son múltiples, en algunos casos puede deberse simplemente a una infección urinaria que hace que la paredes de la vejiga estén muy sensibilizada, en otros casos puede deberse a procesos quirúrgicos que irriten la región, también puede tener una evolución progresiva o incluso puede deberse a alteraciones neurológicas. En este caso denominamos el cuadro “vejiga neurógena” y es muy frecuente en problemas como Parkinson, Esclerosis Múltiple, Lesión medular… Como vemos el origen y por tanto la gravedad del cuadro puede ser muy variable, pasando desde una simple cistitis eventual a una lesión neurológica estable, la evolución por tanto también será diferente en cada caso, sin embargo incluso en los casos más graves pueden tomarse medidas que ayuden a mantener la calidad de vida del paciente y la fisioterapia tiene mucho que decir en todos estos casos.
Medidas de cuidado general. Se intentará controlar la evolución a través de calendarios miccionales, que nos permiten evaluar cual es el número de micciones y cuales son los volúmenes de orina. Además se deberá controlar las sustancias que puedan favorecer la excitabilidad del detrusor como la teína o la cafeína, u otras sustancias que provocan un amento de la diuresis, es decir la cantidad de orina generada por los riñones (p.ej el alcohol) en ocasiones controlando la ingesta de estas sustancias pueden conseguirse mejoras en el cuadro.
Tratamiento de fisioterapia; el tratamiento dependerá de la valoración inicial pero algunas de las técnicas utilizadas son:
- Tonificación del suelo pélvico: a través de la actividad de la musculatura perineal podemos inhibir la actividad del detrusor evitando esas contracciones indeseadas. Para ello utilizaremos ejercicios del suelo pélvico, tratamiento manual de esta musculatura, biofeedback o incluso corrientes estimulantes de esta musculatura, para lo cual utilizaremos unas sondas individuales.
- Neuromodulación: Estas son un conjunto de técnicas cuyo objetivo es estimular algunos nervios periféricos que surgen desde la médula espinal sacra, en estos niveles es donde se encuentra los centros que controlan la excitabilidad de la vejiga. Por tanto a través de la estimulación eléctrica apropiada en varios nervios podemos hacer que la vejiga module su actividad evitando contracciones indeseadas.
Los nervios utilizados para esta modulación son el nervio tibial posterior, el nervio pudendo o incluso utilizamos directamente raíces sacras. Como cabe intuir hay distintas corrientes y colocaciones de electrodos para este fin.
- Medidas de control: Conociendo el caso de cada paciente podemos utilizar algunas recomendaciones como enseñar a inhibir el deseo miccional a través de ejercicios específicos, o el control de la evolución mediante calendarios miccionales.