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¿Qué es el suelo pélvico?

Probablemente alguna vez hemos oído hablar acerca del suelo pélvico, sobre todo relacionado con la mujer y en momentos como el embarazo, sin embargo, ¿sabemos exactamente qué es y por qué es tan importante?
En esta entrada del blog vamos a introducir algunos conceptos que nos ayudarán a entender su importancia en la mujer, en aspectos como el embarazo y el parto, la continencia urinaria y fecal, las relaciones sexuales, la postura y estabilidad lumbo-pélvica.

El suelo pélvico está formado, entre otros elementos, por músculos, musculatura como la que forman la pierna o el brazo.

Se encuentra en la parte inferior de la pelvis, extendiéndose desde el cóccix hasta el pubis. Tiene forma de hamaca invertida y, junto con músculos como el transverso del abdomen, el diafragma y la musculatura profunda de la espalda, aporta gran estabilidad a la zona lumbar y pélvica.

Y entonces…

¿Qué funciones tiene el suelo pélvico?

1. Soporte de órganos pélvicos.

Los órganos pélvicos son la vejiga (órgano donde se almacena la orina), uretra (conducto por donde sale la orina al exterior), el útero (órgano donde tiene lugar la gestación), la vagina (órgano de la copulación) y el recto (conducto por donde salen las heces).
Estos órganos se mantienen en su posición gracias a una correcta interacción entre la musculatura del suelo pélvico y los ligamentos que los sostienen. Si estos elementos de sostén son dañados, por ejemplo tras el parto, puede aumentar el riesgo de sufrir un prolapso o descenso de alguno estos órganos.

2. Estabilidad lumbopélvica

Para garantizar la estabilidad de la zona lumbopélvica y la sujeción de las vísceras, en gran parte debido a la posición bípeda, se necesita de la actividad muscular del tronco y del suelo pélvico, así como del sistema óseo y ligamentoso.
Por tanto, una alteración de la musculatura del suelo pélvico puede influir en la estabilidad lumbopélvica, aumentando el riesgo de patologías de columna.

3. Influencia en la continencia urinaria y la micción

La vejiga es un órgano cuya dimensión va cambiando a lo largo del día, pasando del llenado al vaciado de forma regular. La musculatura del suelo pélvico debe adaptarse a esos cambios garantizando el cierre del esfínter de la uretra para permitir la continencia, sobre todo en momentos de aumento de la presión abdominal (como por ejemplo al toser, cargar peso); y la apertura del esfínter para el vaciado.
Por tanto, si hay una alteración de la musculatura del suelo pélvico, puede no intervenir de forma eficaz en este proceso, aumentando el riesgo de incontinencia urinaria.

4. Influencia en la continencia y en la defecación.

El suelo pélvico interviene en la continencia fecal, disminuye la sensación defecatoria y asciende las heces. Esto se realiza gracias a la acción de uno de estos músculos, el músculo puborrectal, que abraza al recto, y cuando se contrae asciende las heces. Por el contrario, en el momento de la defecación, este músculo se relaja, el recto se verticaliza y las heces descienden.
Por tanto, si este músculo no funciona de manera correcta, puede aumentar el riesgo de sufrir incontinencia fecal o de gases.

5. Influencia en el embarazo y el parto

Durante el embarazo la integridad del suelo pélvico es todavía más importante, ya que es un estado que implica un aumento de tanto de peso como de la presión abdominal de manera constante sobre el suelo pélvico y una alteración de la estabilidad pélvica.
Además, también interviene en el trabajo del parto, permitiendo la salida del feto hacia el exterior.

6. Influencia durante las relaciones sexuales

El suelo pélvico interviene tanto durante la penetración, permitiendo la entrada del pene, como en el momento del orgasmo, en el cual se producen contracciones rápidas de esta musculatura, siendo importante su integridad en estos aspectos.
Una alteración del suelo pélvico puede influir también es esta esfera, pudiendo producir dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), dificultad para alcanzar el orgasmo (anorgasmia), entre otras.
En definitiva, la musculatura del suelo pélvico interviene en todos estos aspectos, tan importantes de nuestro día a día, siendo esencial su buen funcionamiento. Por lo tanto, la alteración de alguna de estas funciones puede condicionar la aparición de disfunciones del suelo pélvico tales como la incontinencia urinaria y fecal, prolapso de órganos pélvicos, dolor lumbopélvico y dolor durante las relaciones sexuales, entre otras.

En Téxum Fisioterapia contamos con fisioterapeutas especializados en suelo pélvico , que pueden ayudarnos a resolver o minimizar aquellos síntomas relacionados con las disfunciones del suelo pélvico, siempre con una previa valoración, para adaptar de forma individualizada y específica el tratamiento a cada persona.

                                            

AUTOR

Téxum Fisioterapia

Fecha de publicación

19 enero, 2015

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