PIDE TU CITA POR WHASTAPP

911560944

Tiempos difíciles para nacer.

Tiempos difíciles para nacer.… sí que lo son, sin duda, pero la vida se abre paso siempre ante las adversidades.

Os voy a contar mi historia, la de mi familia, que puede ser la de cualquiera de vosotros que me leéis.

Afortunadamente todos los Texunianos hemos estado bien, incluidos los pacientes, algún paciente ha tenido este maldito bicho, pero todos los que nos constan que lo han pasado, ha sido de forma más o menos leve, por lo que nos alegramos.

También conocemos a familiares, amigos, vecinos, conocidos que les ha tocado más de lleno, e incluso han fallecido. A todos ellos, nuestro más sincero pésame. No nos podemos ni imaginar lo que habrá sido perder a un ser querido de la forma que muchos lo han hecho. Lo sentimos profundamente.

Y entre todo este caos de dolor, tengo una historia que puedo contar de primera mano, y que os pido que me permitáis compartirla, con toda la educación, empatía y sentimiento que el dolor de otros me ha producido cada día, porque también necesitamos historias con un final felizzzz.

Os pongo en antecedentes. Mi hermano, José, y mi cuñada, Sofía, embarazada de 26 semanas, empezaron con síntomas de Coronavirus después de una visita al hospital por una prueba rutinaria del embarazo. Fueron de los primeros, allá por el día 6 de Marzo, pero como esto empezaba solo a escucharse, fueron varias veces al centro de salud y la respuesta fue “nada, tranquilos y a casa”. Ambos con fiebre, muchísima tos y muy mal cuerpo. Hasta que un día, creo que el día 16 de Marzo (perdonadme si las fechas me bailan en uno o dos días, porque ya no se muy bien ni en qué día vivo), pues ese día vuelta al centro de salud, esta vez Sofía se encontraba muy mal, apenas podía andar por la falta de aire, a poco tuvo que entrar mi hermano con ella en brazos (estando mi hermano también que ni os imagináis). Y del centro de salud, al hospital, y mi hermano a un aislamiento domiciliario en soledad sin su Sofía del alma.

Y empezamos una locura de sentimientos, incertidumbre, vacío emocional, montaña rusa de momentos difíciles….

Mi hermano en casa, mi cuñada, embarazada, sola, en una habitación de hospital, fría, aislada, sin saber que va a ser de ella, con oxígeno, poniéndole la medicación que el embarazo le permite, no la suficiente, le diagnostican una fuerte Neumonía y después de hacerle la prueba del Covid-19, da positivo.

Hemos pasado días muy malos, pensando en Sofía, en el bebé, en mi hermano….

Dejadme que haga un alto en el camino para recalcar a una persona, Naty, doctora y amiga, que estuvo pendiente de ellos en todo momento, antes, durante, y después del proceso, con llamadas, alarmando cuando era necesario, vigilante, infundiendo tranquilidad, y siempre afrontando esta epidemia con ellos de la mano, sin dejarles caer.

Gracias Naty por estar y cuidarles como lo has hecho. Saber que estabas, ya nos transmitía calma y serenidad, sabíamos que estaban en tus manos, en las mejores que podían estar, y gracias a tus consejos diarios, todo ha ido bien. GRACIAS A TI. Siempre te estaremos agradecidos.

Y como ella, hay muchas Natys en todo este tiempo con otros Josés y otras Sofías, mi reconocimiento más profundo para Naty, Ana, Rebeca, Lidia, Cristina, Jorge…, y tantas y tantas personas que trabajáis como nadie por el bien de todos. Y no me cansaré de resaltar el trabajo de médicos, enfermeras y personal sanitario y de todo tipo como limpiadoras, celadoras,

lavandería, cocineros…, todos se portaron fenomenal dentro de sus límites y sus posibilidades, algunos más que otros por supuesto, pero no podemos juzgar a nadie sin saber lo que llevan a sus espaldas…Turnos inacabables, sueldos injustos, medidas preventivas nulas, equipos de protección individual insuficientes, y una carga emocional impresionante.

Nos hubiera gustado que continuamente alguien hubiera estado sujetando la mano de Sofía cuando tenía miedo, cuando estaba nerviosa, cuando no sabía que iba a pasar con su bebé, cuando temía incluso por su propia vida (quiero dar las gracias a alguna enfermera que hizo esto en medio del caos que tenía, sentándose con Sofía a tranquilizarla y ayudarle a controlar una respiración que era un descontrol total). Es más, nos hubiera encantado poder estar a su lado alguno de nosotros, pero la distancia social, las medidas preventivas epidemiológicas no lo permitían de ninguna de las maneras.

Gracias al móvil podíamos al menos verla, aunque verla era sentir su dolor, pero también su increíble arrojo, ver su consumición, pero también sus ganas de luchar, su mala evolución, y su esperanza, sus llantos, y su sonrisa por ver a su familia aunque en la lejanía, su ansiedad, sus dudas, su temor totalmente comprensible ante las circunstancias, desalientos ante el escepticismo, preocupación persistente…, pero también su fortaleza, su equilibrio, su capacidad de adaptación, su necesidad de seguir hacia delante, su espíritu combativo, sus ganas de continuar, sus ganas de ganar… y siempre al otro lado se intentaba contestar con una sonrisa de positivismo un tanto incongruente y con cierta falsa apariencia de que todo iba bien…

Tras varios días en estas terribles circunstancias los médicos correspondientes dictaminaron que no había más remedio que realizar una cesárea de urgencia…, Dios mío, se nos vino el mundo encima, pero Sofía y mi hermano también consideraron que esa era la mejor opción, Sofía no solo no mejoraba, si no que iba incluso a peor, y la bebé corría peligro en esta situación, por lo que decisión tomada, y a paritorio a toda prisa….

Mi hermano no pudo asistir al nacimiento de su hija, ni si quiera pudo ver a su chica ni antes, ni durante, ni después del parto.

El 25 de Marzo nació mi sobrina JULIA, una preciosa niña, prematura en su nacimiento, pero deseada a más no poder. Pesó 1.265. Todo fue bien, dentro de la normalidad sabiendo que aún le quedaba un tiempo para nacer, pero todo estaba correcto, nació con buen color y buenas condiciones para ir adaptándose a este mundo de locos…

Sofía, salió del paritorio sedada e intubada…. , ingresó en la UCI. Y vuelvo a reiterar la ayuda, la comunicación, la sensibilidad y la empatía de todo el servicio sanitario, en este caso del Hospital 12 de Octubre, pero no solo no quiero personalizar en este hospital en particular, si no que quiero hacerlo extensible a otros hospitales, que me consta que han estado más que a la altura de las circunstancias.

La situación era dantesca… mi cuñada sedada e intubada en una UCI, mi sobrina en una incubadora, y mi hermano en aislamiento domiciliario con un Coronavirus agotador.

A Sofía empezaron a meterle la medicación necesaria sin tregua, y el 27 de Marzo pudieron quitarle la sedación y desintubarla. La estampa fue de lo más emocionante, imaginaos, mi hermano recibe una videollamada de Sofía, cuando en teoría ella aún está en la UCI sin poderse comunicar, casi le da un vuelco el corazón, y cuando coge el teléfono, la ve, rodeada de enfermeras aplaudiendo, y dándole la buena noticia de que ha reaccionado bien a la medicación y en breve se va a planta. La alegría no podía ser mayor….

A Julia no la podían ver, no la podían tocar. Gracias de nuevo a la labor de las enfermeras, les hacían videollamada para que la vieran lo chiquitita que era, lo bonita que estaba, y lo bien que evolucionaba. Mi agradecimiento nuevamente y personalmente a Andrea que nos tenía puntualmente informados de cualquier cosa en lo referente a mi Sobrina. Has sido un halo de aire fresco con tus noticias diarias, en este caso y afortunadamente, siempre con buenas noticias, gracias por tratar a Julia con tanto mimo y tanta dedicación, tanto tu como todo el equipo sois la ternura y el sentimiento personificados.

¿Os podéis imaginar por un momento el tener una hija y verla a través del móvil, sin poder compartir con tu pareja uno de los momentos más felices de vuestras vidas???

A partir de entonces, todo ha ido un poquito mejor.

El 6 de Abril le dieron por fin el alta a Sofía y se pudo ir a casa. Cómo os podría describir la cara de felicidad de ambos cuando por fin pudieron estar juntos después de 21 días muy intensos.

El 7 de Abril a Sofía le dan el resultado de la prueba del dichoso bichito, y le da NEGATIVO, así que se va corriendo a ver a su pequeña Julia. La emoción es desbordante.

El 13 de Abril a mi hermano le dan el alta después de mantener su cuarentena correspondiente. Y como no, lo primero que hace es ir a ver a su hija por primera vez.

La situación ahora es que mi hermano y mi cuñada pueden ver a su hija por turnos, uno por la mañana y otro por la tarde. Mi hermano se encuentra bien de salud, Sofía aún tiene restos de neumonía y está cansadita, pero lo va llevando muy bien, y Julia, pues evoluciona y progresa adecuadamente, ahora más feliz por tener contacto con su mami y su papi, aunque sea por turnos. A veces les sonríe, y el universo se ilumina de luz y de esperanza.

Julia, llegaste en un momento complicado, pero tienes que saber que eres muy deseada, vas a ser muy querida, ha habido mucha gente pendiente de ti, de tus padres, de saber que, aunque son tiempos difíciles para nacer, tu eres una guerrera y una luchadora nata, y te has emperrado en hacernos la vida más feliz al resto. Tienes un ángel Julia, un ángel que te protege y lo hará siempre y que con sus alas te arropará para que puedas crecer sana y radiante.

Julia se llama así por mi madre. Mi madre falleció hace muchos años y le hubiera encantado ver a su nieta. Mamá, ¿la estás viendo? Es una niña preciosa. No dejes de protegerla para que disfrutemos de ella como tu también la disfrutarás, viéndola desde donde estés.

Esta historia tendrá su punto y seguido cuando los tres puedan estar juntos, y digo punto y seguido porque entonces empezará una vida más feliz, empezará la vida de verdad, no te imaginas las cosas bonitas que te esperan querida Julia, también, tendrás momentos difíciles, pero siempre habrá quien te arrope por la noche y agarre tu mano cuando los monstruos de debajo de la cama aparezcan.

Una frase del Principito dice: “Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres, yo empezaría a ser feliz”, imagínate, nosotros somos felices desde mucho antes de ver tus pequeños ojitos dormilones, teníamos temor, pero ahora solo tenemos FELICIDAD.

Otra frase del Principito dice: “Llegar a ser primavera, significa aceptar el riesgo del invierno” pues después de pasar un invierno frío, tormentoso, turbulento y tempestuoso, llego nuestra primavera florida, colorida, y FELIZ. Llegó nuestra JULIA.

Gracias a todos por vuestro apoyo en toda esta aventura, por haberos preocupado, por haber preguntado, por llorar conmigo y alegraros también por mi, por mi familia.

Ojalá esta locura en forma de pandemia termine pronto y dejemos atrás tanto dolor y podamos celebrar más la vida.

Y para terminar, vuelvo a parafrasear al Principito diciendo:

“TOMA MI SONRISA, ES ALGO PEQUEÑA, PERO SIEMPRE SABRÁ BRILLAR EN TU CORAZÓN”.

Porque muchas pequeñas sonrisas, iluminarán de nuevo el corazón de todos. Y yo ya tengo mi pequeña sonrisa, se llama JULIA.

Y para ti, Julia, con todo mi cariño esta canción tan representativa y tan especial para tus padres:

AUTOR

Beatriz Castañares

Fecha de publicación

23 abril, 2020

Temas relacionados

ARTÍCULOS

TRATAMIENTOS

PREGUNTAS FRECUENTES

Ir arriba