Fisioterapia en el postparto
En entradas anteriores hemos tratado el papel del fisioterapeuta durante la gestación y en el proceso del parto, pero ¿Qué pasa en el postparto? ¿Puede acompañarnos el fisioterapeuta durante ese proceso?
La respuesta es sí, ya que la valoración del fisioterapeuta especialista en uroginecología tiene como objetivo determinar las posibles lesiones del suelo pélvico acaecidas tanto durante el embarazo como tras el parto; así como, plantear un tratamiento preventivo o terapéutico.
A continuación abordaremos las manifestaciones clínicas más frecuentes durante el postparto inmediato y tardío, así como los objetivos fisioterapéuticos y recomendaciones que se plantean para cada momento.
Postparto inmediato
Las manifestaciones clínicas más frecuentes en las horas/días posteriores al parto son: fatiga, dolor, flacidez abdominal, dolor e inflamación en la región perineal si se presenta una episiotomía/desgarro, incontinencia urinaria, etc.
Todas ellas suelen resolverse progresivamente, aunque es recomendable seguir una serie de indicaciones para minimizar los síntomas y prevenir complicaciones a posteriori:
- Descanso, no inmovilización, durante los primeros días, evitándose la bipedestación prolongada y la carga de peso.
- Paseos cortos para iniciar la activación muscular y favorecer la circulación sanguínea.
- Higiene postural durante las actividades de la vida diaria, como la lactancia.
- Iniciar con ejercicios suaves de suelo pélvico, manteniendo pocos segundos y sin producir dolor, favoreciendo así la circulación sanguínea en la zona y por tanto, una mejora del dolor y del edema.
- Protección del suelo pélvico ante los aumentos de la presión intra-abdominal, como durante la tos/estornudo, y durante la maniobra de defecación.
- Uso de fajas pélvicas (no abdominales) para reducir el dolor y favorecer el cierre de la pelvis (gran distensión tras el parto).
Postparto tardío
Las patologías más comunes transcurridas 6 semanas desde el parto son: incontinencia urinaria de esfuerzo o urgencia, incontinencia fecal postparto (por lesión del esfínter anal en el parto), dispareunia o dolor durante las relaciones sexuales (probablemente por la cicatriz postparto causada por episiotomía o desgarro).
Para su diagnóstico es recomendable acudir al fisioterapeuta especializado en uroginecología para realizar una valoración completa (siempre posterior a la cuarentena), abordando tanto los factores de riesgo, como el estado actual de la musculatura del suelo pélvico, la existencia de cicatrices dolorosas, etc.
Tras la misma, se realiza un plan de tratamiento adaptado a cada paciente en el que se abordan los siguientes objetivos fisioterapéuticos:
- Disminuir el dolor y favorecer la cicatrización de los tejidos dañados durante el parto.
- Corrección de la postura y mejora de la estabilidad lumbopélvica.
- Tonificar musculatura abdominal y del suelo pélvico.
- Corrección de hábitos posturales incorrectos y protección del suelo pélvico durante los momentos de hiperpresion.
Los programas de entrenamiento postparto tienen una duración variable dependiendo de los hallazgos en la exploración, sin embargo, hay que destacar la importancia del trabajo autónomo del paciente en su domicilio para obtener un resultado satisfactorio.
Por tanto, es recomendable la realización de una valoración postparto por parte del fisioterapeuta para un diagnóstico y un tratamiento precoz, previniendo la aparición de disfunciones de suelo pélvico en un futuro.