El Parto y la Fisioterapia
El parto, ese momento tan esperado para una madre, genera muchas dudas e incertidumbres acerca de que se debe hacer, qué posturas son las más adecuadas durante el mismo, como se desarrolla y que se puede hacer para facilitar el camino del bebé hacia el exterior.
En este blog, pretendemos resolver algunas de estas preguntas, centrándonos en el papel del fisioterapeuta antes y durante el parto.
LA PELVIS MATERNA
En primer lugar, os hablaremos acerca de la pelvis materna, muy importante para comprender todo el proceso del parto.
La pelvis es la unión entre el tronco, la columna lumbar, y los miembros inferiores.
Está compuesta por 4 huesos:
- Dos huesos ilíacos o coxales (1 y 2)
- Sacro (3)
- Coxis (4)
Éstos forman un anillo óseo mediante articulaciones como la sínfisis del pubis (5) y las articulaciones sacroiliacas (6) (entre el sacro y los dos huesos iliacos), delimitando así dos circunferencias, denominadas estrecho superior e inferior.
Así, este estrecho o anillo que forma los distintos elementos de la pelvis, es el que empleará el bebé para descender por el denominado canal del parto, durante el alumbramiento.
Tanto la cabeza del bebé como la pelvis materna no son completamente esféricas, por lo que la primera debe adaptarse para encontrar el camino adecuado por el que descender. Para ello, durante el embarazo, se producen una serie de cambios hormonales que facilitan una mayor flexibilidad de las articulaciones y ligamentos de la pelvis. Además, la gestante deberá conocer y practicar posturas y movimientos de la pelvis que ayuden a ese descenso.
MECANISMO Y CURSO CLÍNICO DEL PARTO
El parto puede ser natural o por cesárea. Dentro del parto natural se pueden requerir ayudas instrumentales como el fórceps.
En este blog, nos vamos a centrar en el parto natural por vía vaginal, el cual se divide en dos fases: latente y activa.
- Fase latente: Durante los días previos al parto, la mujer puede experimentar las primeras contracciones uterinas. Además, conforme la cabeza fetal se va acomodando al estrecho de la pelvis, se puede notar un aumento de la sensación de distensión de los huesos pélvicos y molestias en los genitales.
Se debe acudir a urgencias si se rompe aguas (rotura de la placenta y salida al exterior del líquido amniótico), si hay sangrado o si se siente una contracción dolorosa cada 5 minutos durante un periodo superior a dos horas. - Fase activa: Su inicio se considera cuando hay una contracción dolorosa cada 5 minutos y en la exploración ginecológica se observa una dilatación de 2 cm y un borramiento del cuello del útero de 50%.
Suele durar un promedio de 14 horas en primíparas (primer embarazo) y de 7 horas en multíparas (2 o más embarazos).
Además, se produce una liberación de oxitocina que aumenta la intensidad de las contracciones y aumenta los deseos maternos de empujar.
Posteriormente, se desarrolla la fase expulsiva, en la que la dilatación ya es de 10 cm (se observa la cabeza del bebé), y que puede durar una hora en primíparas y escasos minutos en multíparas.
¿EN QUE PUEDE AYUDARNOS LA FISIOTERAPIA DURANTE EL PARTO?
La fisioterapia realiza una labor de prevención y preparación previa al parto, y durante el mismo.
Concretamente, durante cualquiera de las fases del parto, se plantean una serie de objetivos fisioterapéuticos para intentar que se desarrolle de la mejor forma posible, en el menor tiempo y con una mínima lesión de suelo pélvico y otras estructuras; consiguiendo así, una recuperación postparto más rápida.
- Conseguir un correcto alineamiento del feto dentro del canal del parto, para lo cual se propone la utilización del movimiento de la pelvis, las caderas y la columna lumbar, mediante cambios posturales durante el expulsivo. Esto ayudará a la adaptación de la cabeza del feto al canal del parto y su consiguiente descenso, reduciendo el tiempo del expulsivo y por tanto, el riesgo de parto instrumental.
- Aumentar la eficacia de la fuerza expulsiva y el aprendizaje de los pujos, mediante el control de la musculatura abdominal, concretamente, del músculo transverso del abdomen, muy importante durante este proceso.
- Controlar el dolor mediante técnicas de masaje, de relajación, etc, durante el parto.
- Realizar el masaje perineal durante las semanas previas al parto, concretamente a partir de la semana 34, que ayudará a flexibilizar la musculatura del suelo pélvico, disminuyendo el riesgo de desgarro y episiotomía durante el expulsivo.
Todo ello, a lo largo de embarazo, sobre todo en el último trimestre, podrá trabajarse en compañía del fisioterapeuta, que incidirá en el aprendizaje de posturas y movimientos que ayudarán a que el parto se desarrolle de la mejor forma posible, siempre aconsejando la participación de la pareja en todo el proceso.
En Téxum Fisioterapia contamos con profesionales especializados, que elaborarán una correcta preparación al parto, adaptado a cada mujer y su pareja, dotándoles de las herramientas necesarias para afrontar el embarazo y el parto de forma satisfactoria.