¿Qué es el suelo pélvico?
Probablemente alguna vez hemos oído hablar acerca del suelo pélvico, sobre todo relacionado con la mujer y en momentos como el embarazo, sin embargo, ¿sabemos exactamente qué es y por qué es tan importante?
En esta entrada del blog vamos a introducir algunos conceptos que nos ayudarán a entender su importancia en la mujer, en aspectos como el embarazo y el parto, la continencia urinaria y fecal, las relaciones sexuales, la postura y estabilidad lumbo-pélvica.
El suelo pélvico está formado, entre otros elementos, por músculos, musculatura como la que forman la pierna o el brazo.
Se encuentra en la parte inferior de la pelvis, extendiéndose desde el cóccix hasta el pubis. Tiene forma de hamaca invertida y, junto con músculos como el transverso del abdomen, el diafragma y la musculatura profunda de la espalda, aporta gran estabilidad a la zona lumbar y pélvica.
Y entonces…
Funciones del suelo pélvico
Soporte de órganos pélvicos.
Los órganos pélvicos son la vejiga (órgano donde se almacena la orina), uretra (conducto por donde sale la orina al exterior), el útero (órgano donde tiene lugar la gestación), la vagina (órgano de la copulación) y el recto (conducto por donde salen las heces).
Estos órganos se mantienen en su posición gracias a una correcta interacción entre la musculatura del suelo pélvico y los ligamentos que los sostienen. Si estos elementos de sostén son dañados, por ejemplo tras el parto, puede aumentar el riesgo de sufrir un prolapso o descenso de alguno estos órganos.
Estabilidad lumbopélvica
Para garantizar la estabilidad de la zona lumbopélvica y la sujeción de las vísceras, en gran parte debido a la posición bípeda, se necesita de la actividad muscular del tronco y del suelo pélvico, así como del sistema óseo y ligamentoso.
Por tanto, una alteración de la musculatura del suelo pélvico puede influir en la estabilidad lumbopélvica, aumentando el riesgo de patologías de columna.
Influencia en la continencia urinaria y la micción
La vejiga es un órgano cuya dimensión va cambiando a lo largo del día, pasando del llenado al vaciado de forma regular. La musculatura del suelo pélvico debe adaptarse a esos cambios garantizando el cierre del esfínter de la uretra para permitir la continencia, sobre todo en momentos de aumento de la presión abdominal (como por ejemplo al toser, cargar peso); y la apertura del esfínter para el vaciado.
Por tanto, si hay una alteración de la musculatura del suelo pélvico, puede no intervenir de forma eficaz en este proceso, aumentando el riesgo de incontinencia urinaria.
Influencia en la continencia y en la defecación.
El suelo pélvico interviene en la continencia fecal, disminuye la sensación defecatoria y asciende las heces. Esto se realiza gracias a la acción de uno de estos músculos, el músculo puborrectal, que abraza al recto, y cuando se contrae asciende las heces. Por el contrario, en el momento de la defecación, este músculo se relaja, el recto se verticaliza y las heces descienden.
Por tanto, si este músculo no funciona de manera correcta, puede aumentar el riesgo de sufrir incontinencia fecal o de gases.
Influencia en el embarazo y el parto
Durante el embarazo la integridad del suelo pélvico es todavía más importante, ya que es un estado que implica un aumento de tanto de peso como de la presión abdominal de manera constante sobre el suelo pélvico y una alteración de la estabilidad pélvica.
Además, también interviene en el trabajo del parto, permitiendo la salida del feto hacia el exterior.
Influencia durante las relaciones sexuales
El suelo pélvico interviene tanto durante la penetración, permitiendo la entrada del pene, como en el momento del orgasmo, en el cual se producen contracciones rápidas de esta musculatura, siendo importante su integridad en estos aspectos.
Una alteración del suelo pélvico puede influir también es esta esfera, pudiendo producir dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), dificultad para alcanzar el orgasmo (anorgasmia), entre otras.
En definitiva, la musculatura del suelo pélvico interviene en todos estos aspectos, tan importantes de nuestro día a día, siendo esencial su buen funcionamiento. Por lo tanto, la alteración de alguna de estas funciones puede condicionar la aparición de disfunciones del suelo pélvico tales como la incontinencia urinaria y fecal, prolapso de órganos pélvicos, dolor lumbopélvico y dolor durante las relaciones sexuales, entre otras.
En Téxum Fisioterapia contamos con fisioterapeutas especializados en suelo pélvico , que pueden ayudarnos a resolver o minimizar aquellos síntomas relacionados con las disfunciones del suelo pélvico, siempre con una previa valoración, para adaptar de forma individualizada y específica el tratamiento a cada persona.
¿Qué es el biofeedback?
El biofeedback (del inglés “retroalimentación”) es un sistema que permite la obtención de información visual o auditiva de manera simultánea a la actividad fisiológica analizada. Schwartz y Beatty definieron en 1977 el concepto de biofeedback como “un grupo de procesos experimentales en los que se utilizan un sensor externo para dar indicaciones de los procesos corporales, normalmente con el propósito de cambiar la calidad medida” (1977). Es decir, permite el aprendizaje y el control de la respuesta producida por el organismo. 1
Aunque se comenzó a usar en el ámbito de la psicología, en la actualidad se ha desarrollado a más campos sanitarios como por ejemplo para medir la presión arterial o la frecuencia cardiaca. En la fisioterapia es interesante para el paciente usar este sistema porque permite visualizar la contracción de la musculatura entrenada, así para el fisioterapeuta es una manera de objetivar tanto la evaluación, como la progresión y los resultados finales.
Biofeedback en la fisioterapia uroginecológica
En el caso de la fisioterapia uroginecológica el biofeedback permite la obtención de información objetiva y numérica de la actividad de la musculatura del suelo pélvico, permitiendo evaluar la calidad de la contracción (fuerza y resistencia).
Existen diferentes tipos de biofeedback 2, 3:
- Biofeedback manométrico: permite la evaluación de la presión ejercida por los músculos perineales sobre la sonda manométrica intracavitaria que se introduce en la vagina o en el ano. Es importante tener en cuenta que este aparato no sólo registra la presión a nivel de suelo pélvico, si no que detecta toda la presión ejercida a nivel abdominal, por lo que es importante monitorizarlo para evitar cualquier error.
- Biofeedback electromiográfico: detecta la activación muscular perineal mediante electrodos que pueden ser o bien de superficie, o bien intracavitarios vaginales o anales.
Para evitar la compensación de la musculatura del suelo pélvico se puede colocar electrodos a nivel abdominal registrando cualquier actividad, sobre todo de los oblicuos interno y externo, para realizar los ejercicios de suelo pélvico de manera aislada y más analítica.2
Beneficios biofeedback en el entrenamiento del suelo pélvico
En el entrenamiento del suelo pélvico el biofeedback los objetivos deben de ser específicos e individualizados para cada caso. Sin embargo, debe haber unos básicos que son: 1,2
- Entrenar la propiocepción de la zona, es decir, toma de conciencia del suelo pélvico y de su actividad. Esta debe de ser mínima, para que sea lo más específica posible y que no active ninguna otra contracción parasitaria (transverso del abdomen, aductores, glúteos).
- Entrenar la fuerza y resistencia de la musculatura perineal.
- Favorece el automatismo perineal en diferentes posturas.
- Aprender la gestión de presiones abdominales, en actividades de la vida diaria.
- Aprender a relajar la musculatura del suelo pélvico.
- Aprender a realizar los pujos de cara al parto, para aprender la contracción de los planos más profundos del abdomen.
REHABILITACIÓN suelo pélvico
¡Podemos ayudarte!
En Centro de Rehabilitación Téxum contamos una Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico especializado en incontinencia o disfunciones urinarias, disfunciones sexuales, urgencias miccionales, etc.
Bibliografía
- Bo k, Berghmams B, Morkved S, Van Kampen M. Evidence- Bases physical therapy for the pelvic floor. 1o ed. Lloc publication. Siobhan Campbell editorial, 2007.; 179 p.
- Walker, C. (2013). Fisioterapia en obstetricia y Ginecología. 2o ed. Barcelona. Elsevier Masson; 2013 [cited 2019 March 13]; 150 p.
- Ramirez I, Blanco L, Kauffmann S. Rehabilitación del suelo pélvico femenino. Práctica basada en la evidencia. Editorial médica Panamericana; 2013. [cited 2019 March 13]; 120p.